El imperio siempre ataca primero

Viene siendo habitual en mí, desde hace unos 15 meses, irme cagando en la madre que parió a mi móvil y a la hijaputa de la comercial que me lo coló. La muy furcia me endiñó un Grundig poseedor de grandes cualidades, como una paupérrima cobertura, el colgarse cada dos por tres, o el tener un volumen que oscila por sí solo entre lo inaudible y el manos libres en plena oreja.

Recientemente entró en vigor una ley española que permite a los usuarios darse de baja en caso de cambios en las condiciones de los contratos, aunque haya compromisos de permanencia de por medio. Hoy he intentado darme de baja, aprovechando la inminente subida de tarifas, y la conversación con la operadora ha ido así:

- Movistar, en que puedo atenderle?
- Buenas, desearía cambiar mi contrato de nuevo a tarjeta (paso previo a cambiar de compañía).
- Me dice su número?
- Sí...
- Gracias, me dice su DNI?
- Sí...
- Un momento por favor.
(Músiquita)
- Gracias por esperar, lo único que veo es que tiene usted un compromiso de permanencia que se agota en abril del 2007, y tendrá que pagar 150 euros...
- Ya, pero según la ley española, al efectuar movistar una subida de precios que no estaba en el contrato que yo firmé, tengo derecho a darme de baja.
- Humm... Bueno, el departamento de altas y bajas abre de lunes a viernes de 9 a 22, así que tendrá que llamar en ése horario. Felices fiestas.
- ... Felices fiestas.

O sea, que tal como denuncia FACUA amenazan con una multa de 150 euros a pesar de que saben perfectamente que estamos en nuestro derecho de no aceptar la subida de tarifas, y por lo tanto darnos de baja.

Me parece indignante que, en España, este tipo de empresas campen a sus anchas sin hacer ni caso de las leyes, y tratando a los clientes de esta manera. Como no me permitan darme de baja sin pagar la multa, les voy a devolver el cargo de 150 euros, y como se pongan farruquitos, a denunciar tocará...

Y ya, sin más... Feliz año!